lunes, 14 de junio de 2010

LA PETROLERA BP TENDRÁ QUE PAGAR UNA PRIMERA FACTURA DE 57 MILLONES DE EUROS POR LOS COSTES ECOLÓGICOS DEL VERTIDO


Es imparable. El pozo de crudo abierto, hace dos meses, en el Golfo de México sigue escupiendo fuel con una intensidad que ronda entre los 12.000 y 19.000 barriles diarios. Casi dos meses después de la catástrofe sigue sin estar muy claro cuando parará el vertido y, incluso, las dramáticas consecuencias sobre el entorno natural que se puede prolongar durante décadas. Este episodio nos recuerda, con ciertas diferencias, lo que ocurrió en 2002 en las costas gallegas con el Prestige, hoy en día en algunas playas se ven restos de chapapote.
La catástrofe del Golfo de México ha provocado las críticas no sólo de ecologistas y de quienes viven cerca de las zonas afectadas, sino también del propio presidente de EE.UU, Barack Obama, que reconoce estar “muy furioso con esta situación” porque, asegura, “alguien no pensó lo suficiente las consecuencias de sus actos”. La empresa responsable BP tiene que hacer frente al impacto socioeconómico, antes de julio, debe pagar una primera factura de 54 millones de euros por los costes ecológicos y la financiación del vertido.
Desde la explosión de la plataforma petrolífera el pasado 20 de abril, el fuel se extiende sin control a través de un pozo abierto a 1.500 metros de profundidad. Las soluciones para sellarlo están resultando complicadas y poco eficaces. De poco ha servido la instalación de una gran campana o la inyección de materiales como goma y cemento.
Con este panorama cuesta mirar al futuro con optimismo. La espesa capa de fuel se ha convertido en una peligrosa amenaza para las playas, refugios salvajes y centros de pesca del Golfo de México. Junto a los daños ambientales, también los habrá económicos para quienes viven de la pesca de esta zona.
En el aire varias preguntas: ¿cuándo se frenará, definitivamente, el vertido de fuel?, ¿qué consecuencias ecológicas tendrá esta marea negra?, ¿cuánto costará volver a lo que conocíamos antes de vertido?...Para saber las respuestas habrá que seguir esperando, una espera mortal para muchas especies.

domingo, 25 de abril de 2010

LA SEMANA SANTA SE SALDA CON 44 PERSONAS FALLECIDAS EN LAS CARRETERAS


En esta Operación especial de Semana Santa 44 personas han perdido la vida en las carreteras de nuestro país, dos menos que el año pasado. Estas cifras, aunque dramáticas, son las más bajas de la historia: entre 2007 y 2010 el número de víctimas mortales ha descendido en más del 50%.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha destacado la “estabilidad” de estos datos, teniendo en cuenta que se ha incrementado en más de 200.000 el número de desplazamientos previstos (14’6 millones).


En esta Operación de tráfico puesta en marcha, entre el 26 de marzo y el 5 de abril, se han contabilizado 41 accidentes mortales, 44 fallecidos y 223 heridos leves (63 menos que en 2009). Por segundo año consecutivo la cifra de víctimas mortales se ha situado por debajo del centenar.

El dispositivo especial de Guardia Civil, el endurecimiento de las multas y las últimas campañas de sensibilización de la DGT parecen situarse detrás de estos datos. Sin embargo, aún hay muchos conductores que siguen poniendo en juego sus vidas. Durante esta Semana Santa 10 de los 22 muertos que conducían turismos no llevaban puesto el cinturón de seguridad. Este porcentaje no se daba desde 2006 (45%), año en el que fallecieron 30 personas por esta causa. En 2009 el porcentaje fue del 29%, con 7 muertos.


Los desplazamientos durante este período de vacaciones se han realizado de forma muy escalonada, no los accidentes, los peores se produjeron: el Domingo de Pascua con 9 fallecidos. Por el contrario, los días con menor siniestralidad fueron el Viernes Santo y Lunes de Pascua.

En el cómputo total de accidentes mortales, los factores concurrentes que los han ocasionado tienen que ver con la velocidad, en el 25% de los casos; la infracción a otras normas de circulación en el 35% y la distracción también en el 35%.